En mis todas opiniones que hago este es el tema que siempre me hablo en la mente a la hora de escuchar esta pregunta que otros también los que saben de tecnología también se lo hacen bueno no se si usted profe lo hace.
Uso inadecuado en los jóvenes
¿Cómo afectan las nuevas tecnologías a la juventud de hoy en día?
El concepto de conducta adictiva ha sido definido como el uso repetido y abusivo de una sustancia y/o la implicación compulsiva en la realización de una conducta determinada que, de forma directa o indirecta, modifica el medio interno del individuo de tal forma que obtiene un reforzamiento inmediato por el consumo o por la realización de esa conducta (Pomerleau y Pomerleau, 1987).
El desarrollo de las nuevas tecnologías hace que estas estén presentes en nuestra vida cotidiana de forma constante, llegando a ser imprescindibles para nuestros quehaceres diarios. Normalmente, la sociedad actual relaciona el término de adicción al consumo de sustancias, pero la realidad nos pone de manifiesto la existencia de las llamadas “adicciones sin sustancias” o “nuevas adicciones”, que surgen cuando son mal utilizadas e impiden la realización de otras actividades.
3. Potenciar aficiones tales como la lectura, el cine y otras actividades culturales.
Aunque este tipo de adicción puede darse en cualquier rango de edad, demográficamente son los adolescentes los que más lo sufren. De hecho, en un estudio realizado por la Fundación Pfizer (2013), se observó que el 99% de los jóvenes españoles de 10 a 24 años es usuario de Internet. De ese porcentaje, siete de cada 10 afirman acceder a la red por un tiempo diario de, al menos, 2,5 horas, pero sólo una minoría (en torno al 8% o al 10%) hace un uso abusivo de Internet. Estos datos, nos confirman el dato alarmante de que hay un alto grado de uso de las nuevas tecnologías entre los adolescentes y jóvenes.
Por todo esto es necesario tener en cuenta las siguientes señales de alarma:
1. Privarse de sueño (menos de 5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica unos tiempos de conexión anormalmente altos.
2. Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.
3. Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como los padres o los hermanos.
4. Pensar en la red constantemente, incluso cuando no se está conectado a ella y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o resulta muy lenta.
5. Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la noción del tiempo.
6. Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego
7. Aislarse socialmente, mostrarse irritable y bajar el rendimiento en los estudios.
8. Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante del ordenador.
Estrategias para la prevención
El uso de las nuevas tecnologías e Internet en los hogares una práctica muy integrada en todos los hogares españoles. Por eso, es muy complicado para un padre pedirle a su hijo que no abuse de ellas, cuando es él mismo el que se las pone al alcance de la mano. Además, en muchas ocasiones son los adolescentes los que enseñan a los padres como utilizarlas.
A pesar de ello, los padres deben ayudar a los adolescentes a desarrollar las habilidades sociales adecuadas, lo que, entre otras cosas, supone:
2. Fomentar la relación con otras personas.
4. Desarrollar actividades grupales, como las vinculadas al voluntariado.
5. Estimular la comunicación y el diálogo en la propia familia.
6. Fomentar la práctica del deporte y actividades al aire libre.
El abuso de las nuevas tecnologías
En los últimos años el uso y abuso de las nuevas tecnologías y redes sociales, Internet, telefonía móvil, videojuegos y televisión se han instalado de forma rápida en nuestras vidas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (2013), el 91,8 % de los niños y niñas entre 10 y 15 años son usuarios habituales de la red.
Las nuevas tecnologías pueden tener un gran potencial educativo y comunicativo pero su uso inadecuado o abusivo puede acarrear importantes consecuencias negativas para jóvenes y adultos. Las personas afectadas por esta “adicción sin sustancia química”, se caracterizan por mostrar una incapacidad de controlar su uso. Los recursos tecnológicos se convierten en un fin y no en un medio, dando lugar a la aparición de importantes consecuencias negativas que interfieren en la vida diaria. Aislamiento social, dificultades para mantener el puesto de trabajo, bajo rendimiento escolar, relaciones sociales insatisfactorias son algunas de estas posibles consecuencias negativas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que 1 de cada 4 personas sufre algún trastorno de conducta relacionado con adicciones sin sustancias.
Son muchos los beneficios que ofrece la utilización de las nuevas tecnologías por parte de los adolescentes, entre las que señalamos:
- Permiten manejar y disponer de todo tipo de información
- Ponen al alcance de forma innovadora el conocimiento científico actual
- Ofrecen gran cantidad de posibilidades de ocio y entretenimiento
- Facilitan nuevas maneras de relacionarnos y comunicarnos
Pero también son variados los riesgos que debemos tener presentes en su uso:
- Los menores pueden acceder a contenidos inapropiados
- Riesgo de aislamiento, contacto con desconocidos
- Acoso o pérdida de intimidad. Suplantación de la identidad
- Favorece la adopción de identidades ficticias que pueden dar lugar a alteraciones de conducta
- Potencian el factor de engaño
- Pueden producir una confusión entre lo íntimo, privado y público
- Pérdida en la noción del tiempo
- Tendencia al consumismo
- Suplantación de identidad. Robo de contraseñas y datos personales
- Problemas como el ciberbullying, grooming y sexting
El adolescente es más vulnerable al poder adictivo de las nuevas tecnologías debido a:
- Internet permite a los adolescentes estar en contacto con su grupo de iguales sin estar físicamente juntos.
- La posibilidad de hacerse visible ante los demás a través de la red
- Permitir localizar a personas y estar conectados con los amigos
- Mandar mensajes públicos y privados, fortaleciendo la identidad individual y de grupo
- Permitir crear un mundo de fantasía, crear una identidad personal ideal
- El anonimato y la ausencia de contacto visual en la red facilita al adolescente expresarse y hablar de temas que cara a cara les resultaría imposible de realizar.
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